-Princesa Tomoyo me permite hablar con usted—
-Bueno eso ya lo hacemos
-Me refiero en privado
-De acuerdo sígueme Kurogane
Ambos caminaron hasta la terraza mas próxima, en un principio hubo un silencio incomodo hasta que la princesa (que esperaba hasta ese entonces paciente lo que su acompañante quería decirle) tomo la iniciativa en la conversación.
-¿Qué se te ofrece Kurogane?
-Puede que en un pasado me halla comportado como un idiota y por eso usted me dio la oportunidad de aprender el verdadero valor, aunque no pude evitar el catastrófico final…-- Kurogane que había dicho todo eso viendo el horizonte se giro para quedar cara a cara – y de ahora en adelante no habrá mas fallas de mi parte princesa, velare por su bienestar hasta mas allá de la muerte por que te amo y no le temo a la muerte al defender lo que mas amo
--Kuro…
-Shhh—El poso su dedo sobre los labios de ella y en un abrazo la acerco más a él e inclinándose sobre ella sello su confesión en un beso lento pero no por eso dejaba de ser apasionado demostrando todo los sentimientos que ella hacia nacer en él.
--¡¡Kurorín!!—Entro mokona gritando y saltando –Debemos irnos los demás se han adelantado -- ¿Qué hacías kurorin?
--Nada que te importe— El había roto el abrazo y estaba tomando su capa para partir a su siguiente misión –Princesa mas le vale no hacer planes para después por que estaré de vuelta en un chistar para terminar nuestra conversación. —Le dice el Samurai sonriendo de medio lado antes de salir o ser tragado por la bola rosa.
--Más te vale Kurogane—
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